Comenzado el juicio en el Palacio de Congresos, si si un juicio allí, se ve que era el único sitio donde había sitio para todos, bueno allí y en la Venta del Soton que al final se descarto por que tenían un bautizo, se van conociendo datos de la operación y como las escuchas telefónicas revelaban la jerga culinaria de esta banda, claro uno de los miembros era cocinero en un restaurante de la ciudad y así pues preparaban sus pedidos encubiertos en forma de menú. Imagino que lo que haría saltar las sospechas de los agentes de la autoridad fue un clamoroso fallo en las formas de este cocinero, puesto que cualquier Chef que se precie sabe que las patas de cerdo se les llama “manitas o ministros”.
miércoles, diciembre 11, 2013
OPERACION KING AFRICA
La verdad es que con lo que me gusta la palabra y la conversación pese a que asignaturas como el leguaje o la literatura siempre se me atragantasen, no entiendo como no me hice.... Presunto Narcotraficante.
Comenzado el juicio en el Palacio de Congresos, si si un juicio allí, se ve que era el único sitio donde había sitio para todos, bueno allí y en la Venta del Soton que al final se descarto por que tenían un bautizo, se van conociendo datos de la operación y como las escuchas telefónicas revelaban la jerga culinaria de esta banda, claro uno de los miembros era cocinero en un restaurante de la ciudad y así pues preparaban sus pedidos encubiertos en forma de menú. Imagino que lo que haría saltar las sospechas de los agentes de la autoridad fue un clamoroso fallo en las formas de este cocinero, puesto que cualquier Chef que se precie sabe que las patas de cerdo se les llama “manitas o ministros”.
Comenzado el juicio en el Palacio de Congresos, si si un juicio allí, se ve que era el único sitio donde había sitio para todos, bueno allí y en la Venta del Soton que al final se descarto por que tenían un bautizo, se van conociendo datos de la operación y como las escuchas telefónicas revelaban la jerga culinaria de esta banda, claro uno de los miembros era cocinero en un restaurante de la ciudad y así pues preparaban sus pedidos encubiertos en forma de menú. Imagino que lo que haría saltar las sospechas de los agentes de la autoridad fue un clamoroso fallo en las formas de este cocinero, puesto que cualquier Chef que se precie sabe que las patas de cerdo se les llama “manitas o ministros”.
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