Ahora nos acordamos que el edificio tiene una historia y no habría que derribarlo ahora es tarde.
Como siempre en estas tierras nos acordamos a toro pasado de lo que hay que hacer, pongamos como ejemplo la muralla que tantos años de abandono provocaron que su restauración fuese imposible.
Ahora tenemos el ejemplo del edificio de la plaza San Pedro que nos puede servir de experiencia para otros como el de las Nuevas Sederías, pero es ahora cuando nuestros políticos se enfrentan por las decisiones tomadas buscando protagonismo, en vez de haber buscado una solución antes.
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