LA ORDENANZA QUE VIENE

La verdad es que tengo ganas de leer por completo la ordenanza de convivencia, por que las perlas con las que nos va a sorprenden van a merecer mucho la pena, aunque en los medios solo se hable de las bicicletas, los graffitis y el botellon hay muchos mas casos en los que hay que ser consecuentes y hay que ver si dice algo de ello la ordenanza.
Atrás dejaremos las fiestas Laurentinas donde la gente se bañaba en las fuentes para poder seguir la fiesta sin oler a Orco, veremos que pasa cuando la gente no se junte en los parques de la ciudad a hacer botellón, pero tampoco puede buscarse un local por que poco menos que se necesita una licencia de macro discoteca y me gustara ver como se aplica esta norma al señalado ciclista cuando se le acabe el carril bici, mientras que en las salidas de Salesianos los papas y mamas con coches colman las aceras y las isletas para recoger a sus vástagos, pero claro los malos son otros.