IN THE GHETTO

Erradicar el chabolismo, pero que bonito, suena poético, romántico, vivir en una ciudad donde todo el mundo posea una casa, es maravilloso, Villa Felicidad.
Pero es muy difícil cuando se trata de realojar a estas familias que llevan décadas asentadas y que toman como suya la propiedad, mas aun cuando tienen luz, agua, huerto propio, gallinas, servicio de limpieza de la zona que cada cierto tiempo se acerca a adecentar los alrededores, cubiertos de escombros y basura.
Es complicado que acepten unas condiciones, con los precedentes que conocemos, pero es peligroso crear un ghetto donde solo hacemos que trasladar cada vez que crece la ciudad, coste para esta, también se conocen los precedentes de cómo están alojados en aquellas casas de carretera de Apies donadas gentilmente por el Ayuntamiento, pero como estan alli apartados y casi no se ven cuando pasa por la carretera no nos importa apenas.
Ayudar a la integración, bueno, facilitar condiciones dignas correcto, pero no a coste cero, no por ser de una determinada raza, no por estar en la marginalidad, ayudas si pero a razón de escolarización, de normas básicas de convivencia, de que no se produzcan daños ni dejadez, de que no se produzcan altercados ni incidentes, de estar dentro de la legalidad cumpliendo con las obligaciones y haciendo que se cumplan los derechos.
Muchas ajustes y muchas teclas las que hay que tocar para que sea efectiva y equitativa la intención de eliminar las chabolas y los asentamientos.