COMO ESTA EL PATIO

Estar en la pubertad, en la edad del pavo tiene estas cosas, te da por meterte en una comunidad de vecinos a destrozar todo lo que ves, y para cuando llega la policía te haces el valiente, te pones chulo, si te piden la documentación pues no se la das, te pasas lo que te puedan decir por el arco del triunfo y no contento con eso, pues te da por agredir a la autoridad. ¡Con dos cojones!
Pero de verdad es que la gente es la monda, hay que estar muy drogado, muy borracho o tener un coeficiente intelectual bastante limitado para agredir a un policía, habiendo dos, pero ¿qué querían quitarle la pistola?, seguro fueron a por el bajito.
Imagino esta situación en mis propias carnes, después de todo el altercado
Punto uno, la policía avisa a mi casa de lo sucedido, mi padre les explica que me quede allí, que mañana ya me ira a buscar y que bien se vale que no es fin de semana, que si no hasta el lunes.
Punto dos, mi padre me va a buscar y después de firmar los papeles, veo a mi padre que antes de darme los buenos días, me ha tumbado de una hostia de esas con la mano abierta.
Punto tres me llevan a casa, por el camino me van dando alguna que otra por si no me había enterado de la primera.
Al llegar a casa, mi madre me recibe con los brazos abiertos, preparados para darme una hostia de madre o dos en el mejor de los casos, una vez en casa seguro la bronca la podría escuchar desde sebastopol, la restricción de salidas se limitaría a el instituto, y como mucho a bajar la basura en un periodo de tiempo entre los 10 y los 15 años siguientes y me buscarían un trabajo de mamporrero hasta cubrir los gastos de los desperfectos causados.
Pero claro lo mío era otra época, se estudiaba EGB, BUP, si te daba una leche el profesor algo habrías hecho, y si se enteraban en casa otra, por que algo habrías hecho, hoy puedo imaginar como seria la escena:
Los padres cuando les llaman, increpan al agente de turno por teléfono por darles semejante noticia, la abuela sufre una crisis de ansiedad y tienen que ingresarla de urgencia en San Jorge, el padre llega a la comisaria, aparca en la zona de seguridad y entra exigiendo ver a si hijo, lleva al chiquillo para casa y pide hora en el psicólogo para ver que es lo que no están haciendo bien. Al chico le compran una moto nueva por el disgusto. El policía agredido es denunciado por acoso al menor, el telefonista también es denunciado por crear la crisis de ansiedad a la abuela, la familia es indemnizada por el ayuntamiento con 18.000 euros por los daños causados, los policías son sancionados con dos años de empleo y sueldo.
De verdad como esta el Patio.