Y PARA BAILAR....

Hay las fiestas de los pueblos, ese lugar donde empezábamos a despuntar como jóvenes, hormonados y sedientos de patxaran, quien no ha estado de fiestas alguna vez en el pueblo de los abuelos, de un primo o de unos amigos.
Las fiestas tan comunes en estos días estivales, rondan antes y después de San Lorenzo, normalmente en fin de semana, se mezclan la misa popular, con el bermú, las cucañas, los juegos infantiles, la cena popular, el baile con orquesta y el bingo. No hay fiesta de pueblo que se precie si no hay bingo, siempre esperando que no se lo lleve el que ha venido de invitado.
Pero lo que realmente marca la categoría de una buena fiesta en un pueblo, es la cantidad y la calidad de las orquestas que van. Son el alma y la animación, son los que llevan el ritmo de la noche, la cosa comienza suave, con pachanguitas y pasodobles, música para bailar, poco a poco y según el repertorio, la cosa se va animando con ritmos mas caribeños, la salsa y el ballenato, y por ultimo todo se desfasa con los ritmos de Ixo Rai, Barricada, Extremoduro donde los que han aguantado hasta esas horas estan la mayoría arrítmicos pero tampoco les importa.
Que peculiar es llegar a las fiestas de un pueblo, bailar, beber y observar, los mayores que a primera hora están muy activos con sus bailes, van dejando paso a los que han tomado mas copas, donde su baile o es tan técnico, pero si mucho mas expresivo, en algunos casos en exceso, hay dos grupos muy marcados, la gente que bebe, y la gente que baila, ¿tu de que grupo eres?, y luego ves como los chicos y chicas del pueblo, comienzan a despuntar, exhibiendo sus mejores galas y sus escotes mas sugerentes, están en la edad, y la época y el ambiente es el ideal para el cortejo y el pavoneo, pensar que yo he sido así, ahora me da la risa.
Y luego si el pueblo es medianamente grande, Ayerbe, Grañen, Bolea, pues en ese caso la oferta y la demanda es mayor, por que son lugares donde acude mas gente por aquello de que en Huesca estos fines de semana no hay nada, y hay que dejarse ver, hay que salir. El caso es que las fiestas de los pueblos, son una interesante alternativa para las noches del fin de semana, lo malo son los desplazamientos, pero en todo caso es una manera de cambiar de ambiente, que siempre nos quejamos que tampoco tenemos variedad en Huesca.