El restaurante que comenzó siendo una sidrería donde comer un chuletón, ha pasado por varias manos para a día de hoy convertirse en un restaurante de bocadillos y tostadas regentado por quien estuvo tanto tiempo en el Bocatin, y que en este restaurante se nota claramente su mano.
El local que no tiene una excesiva capacidad unas 10 mesas comedor y una zona de barra acorde con todo el local. Decorado con fotografías antiguas en su mayoría y con la piedra típica en las paredes, hace que sea un sitio bastante acogedor, pese a que en la entrada al comedor, se sitúa la cámara de helados que combina mas bien poco y que resta algo de sitio al paso. El gran punto negativo que tiene son los baños, "los de caballeros son los que vi", de reducidas dimensiones, te obliga ha hacer ejercicios de equilibrismo para poder acceder al interior, y la distancia entre la taza y la pared no supera los 25 centímetros.
Pasando a lo que realmente nos interesa, una pequeña carta nos habla de sus platos todos con nombres muy Oscenses, patatas fritas, calamares, como entrantes, y donde las Mojonas, son las ensaladas típicas de lechuga, con arroz o de patata, los Sandwiches son Mojonwiches, las tostadas de jamón, sobrasada, foie, queso, paté o revuelto de ajetes gambas las llaman Mojondas, y los bocadillos Mojones fríos y calientes tienes queso con anchoas, jamón, chipirones o vegetal en los fríos y panzeta, calamares, longaniza o lomo con paté dentro de los calientes.
La carta de vinos es inexistente así que para beber Olvena crianza por el articulo 33, suerte que el vino 100% cabernet sauvignon es muy equilibrado, no es pesado, y es fácil de beber.
Para postre, carta de helados, y café, precio entre 12 y 18 euros por persona.
El personal como en todos los sitios donde no hay menú, van algo mas lentos cuanta mas gente tienen, pero hay que decir que al tener pocas mesas, están bastante pendientes del servicio.
2 comentarios:
hemos de ir, yo era habitual cuando esa MOJON y te pretabas un chuleton a la piedra que estaba para chuparse los dedos.
habrá de probar.
Para una cena de viernes sin llegar a liarla esta bien, pero con tu cuerpo, como pretendas salir despues mueres.
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