LA CENA DE NAVIDAD ¿O ES QUE NO TIENES?

Hablar de estas fechas es hablar de fiestas, no hablo de vacaciones ni villancicos, hablo de las fiestas en su forma mas soez y depravada, hablo de salir de cena y de copas hablo de las cenas navideñas.
Hay empresas que parecen la fiesta del palo, donde la ley de la paridad no ha llegado hasta sus dominios, otras que parecen un akelarre, no hay lugar para los hombres, y luego están las unisex, donde da igual carne que pescado.
Las cenas de empresa siempre son un lugar donde se guardan las distancias, donde se habla mas de trabajo que durante todo el año y donde se pretende confraternizar con los compañeros de trabajo que durante todo el año no aguantas.
Estos días también hay cenas que no son de trabajo, reencuentros con amigos, compañeros de universidad, compañeros de gimnasio, del equipo de fútbol, de amas de casa, vamos que nos da a todos por salir el mismo día y claro la cosa esta como esta, la crisis olvidada y todos hasta las mil como si no hubiera un mañana.
En bares como el Edén parece que estén haciendo el casting de Granjero Busca Esposa, del que ya hemos hablado, este es un lugar donde se encuentran a gusto cualquier generación con edad suficiente para tomar una copa y algo mas, pueden sorprenderte con Sweet child of mine y la siguiente con Rafaella Carra, en la misma línea están otros bares aunque no tengan el mismo caché, la taberna de Moe es otro claro ejemplo, aunque por las caras de algunos de los que allí estaban, el Dj debe llevar guardaespaldas, estos dias, puedes ver una mezcla de jovencitas con su primer escote compitiendo por un sitio con veteranas de noche, cuarentones intentando aparentar tener 30 y veinteañeros intentando aparentar tener 30, esto es lo que tienen estas reuniones que hay bares donde no se hacen distinciones y donde todo el mundo esta a gusto.
A medida que pasa la noche se van haciendo grupos y cada uno tira mas hacia lugares donde se encuentran menos observados, la estrella, el twister, el flow, el rincón musical, el sonho, vamos cada uno a lo suyo.
Los problemas comienzan en bares que aparentan conocer el concepto aforo completo pero que no se quien habrá sido el genio de las matemáticas que les ha calculado el espacio/persona lugares que están de moda y parece que todos hemos de entrar allí o parecerá que no hemos salido esa noche, el cubitos, la parra, aunque estos días son muchos los de esta lista casi todos vaya.
La noche transcurrirá entre codazos, quemazos, empujones, copas por el hombro, y encima la gente se enoja, no lo entiendo, si no te gusta que te pisen, que te manchen el vestido, que te llamen pasmada o que te tiren la cerveza, ¿qué coño haces en un bar donde parecemos sardinas en lata?.
El final de la noche se acerca y puedes comprobar como el alcohol y las hormonas hacen mella en los presentes, el furor uterino es cada vez mas incontrolable, el priapismo incontenible y los bajos instintos aparecen en forma de baile sobre la barra del Warhol, vamos todo un lujo para terminar una noche sin taxis a 2 grados bajo cero, trompeta por el Gin tonic, con las llaves de casa en el coche que no recuerdas donde aparcaste y pensando que mañana cualquier medicamento contra la resaca te sonara como “arrepentol, remordicil...” Felices fiestas.