Fin de semana con cambio horario del que todavía estoy pagando las consecuencias.
Viernes noche cena para demostrar nuestros conocimientos en el campo de la cocina, con excompañeros/as a los que apenas había visto. Resultaron apetitosos los manjares, y aunque extraña la compañía, todo resulto excelente. Sería el alcohol. A una hora prudencial dormir que el sábado tocaba picar.
Sábado con viento desapacible, que parecía Huesca y sus habitantes Cierzolandia, donde apenas se veia gentes por las calles y bares antes del partido, partido de la selección intragable, cual bello púbico deambulando por la boca. De 2 a 3 cambio de hora, para que el domingo levantarse con una hora menos de sueño en el cuerpo, y por la tarde de paseo, a pesar de la calma en lo meteorológico, la gente no se animo a salir, pues no recuerdo un Coso tan tranquilo como este domingo sin ser un mal día, ni niños corriendo, ni atascos de carri baby, algún Latin pensando que le queda bien la ropa y los pocos que estabamos, caminábamos sin rumbo aparente, un par de parejas de turistas, y mucho estudiante de camino a su piso o al colegio mayor con esas maletas rrrrrrrrrrr sonando por las baldosas "rodetas de goma ya" por favor que es atacante el ruido de la maleta arrastrándose por el suelo emulando los redobles antes de la Semana Santa. Nota interesante encontrar todavía un cartel informando de la apertura de "la Botánica" que tantas tardes nos vio pasar, así que para arriba a recordar y ver que el ambiente esta tal y como lo conocía.
lunes, marzo 26, 2007
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3 comentarios:
Me siento superidentificado con la descripición del domingo jejejeje
mola.
Pei ¿tu cuando llegas a chepas tambien eres de los arrastramaletas?
Yo?
nononononono
A) no viajo con la Oscense, tengo la suerte de conocer gente que baja los lunes y sube los viernes.
B) las maletas son de pobres, yo llevo mi mochilita con la muda y la bolsa (de Tiziano, claro) con los tuppers de la mama.
Así que no hago NADA de ruido.
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